EL CONSTIPADO DEL SOL

Los chicos y chicas de etica llegábamos hoy a la biblioteca hablando del tema que tenemos de actualidad, el coronavirus. De casualidad íbamos hablando de que se trataba de una gripe, de un constipado cuando encontramos mal puesto uno de los cuentos de la estantería de infantil y primer ciclo, EL CONSTIPADO DEL SOL.

Les  hizo  tanta gracia el título que nos llevó  esta mañana a su lectura, dejamos a un lado el cuento que estábamos a punto de terminar, LA CIGüEÑA HERIDA, un cuento que trata del amor y la amistad y que hemos trabajado durante este mes de febrero y que podréis ver entre los trabajos de Nicol, Victor, Celia, Isaac, Juan Carlos y María. Un cuento inventado e ilustrado entre los seis puesto que Zacarías no ha estado en este mes.

En la historia del sol se planteaba un gran problema, con tantos cambios de temperatura el sol se había resfriado, estornudaba y estornudaba sin parar y la naturaleza estaba sufriendo las primeras consecuencias, los campos se habían secado, las vacas tristes no daban leche para los niños y las niñas, las aves habían perdido sus plumas...

Nosotros también nos resfriamos y entre otras cosas nos recomiendan miel con limón.

Hay muchas recetas curativas, de esto también hablaremos mañana en nuestra sesión de experimentos.

Pero volviendo al limón, el sol con limonada parece encontrar su cura...

Casi ninguno de los cinco chicos de ética ha probado la limonada nunca y mucho menos saben que usar para obtenerla.

Sabemos que  lleva limón,.. ¿pero y qué más?

Fuimos en busca de unos cuantos de limones de los que tiene Marchena plantados, pero había un problema como exprimir sin exprimidor.

En la clase de la seño Carmen nos dijeron sus chicos y chicas que no tenían ningún exprimidor, además a pesar de ser más chicos que nosotros nos contaron que ellos habían hecho en clase limonada y que necesitábamos mucha agua y mucha azúcar.

Así que con los tres ingredientes listos solo faltaba lograr sacarle el jugo a los limones, sin embargo con mucha maña lo conseguimos.

Y en poco tiempo ya teníamos nuestra limonada lista.

Al llegar de ética el resto vio que habíamos hecho limonada y como siempre le contamos lo que trabajamos fuera de clase ellos también querían hacerla, quizás otro día lo hagamos todos en clase .